Hace sólo unos años, la producción de automóviles con piezas de la impresora 3D se consideraba una visión de futuro, pero ahora el proceso hace tiempo que se ha establecido, al menos en el Grupo BMW: Cada vez más modelos de MINI, BMW y Rolls-Royce utilizan piezas producidas mediante impresión 3D. Gracias a la fabricación aditiva, éstas tienen mejores propiedades que las piezas producidas convencionalmente, ya que el proceso, relativamente joven, permite realizar formas completamente diferentes a las anteriores. El último ejemplo de ello es el Rolls-Royce Ghost, que se beneficia de varios componentes impresos en 3D de metal y plástico y demuestra que la tecnología de fabricación también ha llegado a la clase de lujo absoluto. ¿Buscas una furgoneta? En furgón segunda mano Crestanevada encontrarás las mejores furgonetas de ocasión.
Aunque las cantidades del Rolls-Royce Ghost no son comparables a las de los modelos de volumen, varios cientos de miles de piezas de la impresora 3D se instalan en la berlina de lujo a lo largo de su ciclo de vida. Las piezas se fabrican en varios centros de BMW Group y finalmente se ensamblan en Rolls-Royce en Goodwood. Los componentes de fabricación aditiva se utilizan tanto en la carrocería como en el interior de la berlina de lujo.
El Rolls-Royce Ghost no es el único ejemplo de cómo la impresión 3D permite desde hace tiempo fabricar piezas que cumplen los requisitos más exigentes. Hace más de cinco años, las piezas impresas ya superaron una prueba de resistencia en los motores BMW para el DTM, porque la nueva libertad en el diseño también puede aportar importantes ventajas en el automovilismo. El BMW i8 Roadster, cuya tecnología de capó se realizó con piezas de aluminio de la impresora 3D, también se situó sin duda en la categoría de lujo.
En la búsqueda de aplicaciones cada vez más novedosas para la impresión 3D en la producción a gran escala, BMW Group confía en la inteligencia artificial. En primer lugar, se definió un gran número de criterios que se aplican a las piezas correspondientes. Si ahora se plantea la producción de un nuevo vehículo, una IA busca de forma independiente posibles lugares de uso para las piezas de la impresora 3D.
Ayuda que un ordenador no siempre se ciña a patrones probados, sino que también pueda aportar nuevas soluciones. En el llamado diseño generativo, los algoritmos informáticos ayudan a diseñar formas complejas que antes eran imposibles de producir. Las ventajas de la impresión 3D también son evidentes en la construcción ligera: por término medio, las piezas pesan casi un 50% menos que las fabricadas convencionalmente con una función comparable. Además, suelen ser más compactas y, por tanto, ayudan a aprovechar al máximo el espacio de instalación, a menudo reducido, del coche.
Daniel Schäfer (Director de la División de Integración de la Producción y la Planta Piloto de BMW Group): «Procesos como la fabricación aditiva nos ayudan a acelerar los ciclos de desarrollo y, por tanto, a que nuestros vehículos alcancen la madurez de serie con mayor rapidez. La impresión 3D también acorta los tiempos de producción de los componentes, cumpliendo al mismo tiempo altos estándares de calidad.»