En 1991, BMW fue el primer fabricante de automóviles del mundo en ofrecer faros con tecnología de xenón, adelantándose unos años a sus competidores alemanes Audi y Mercedes. Hace un cuarto de siglo, los modelos superiores de la Serie 7 E32, el BMW 750i y el 750iL, estaban equipados con lámparas de descarga de gas que brillaban casi tres veces más en lugar de los faros halógenos habituales en aquella época.
Además de una luminosidad similar a la de la luz diurna, la potencia luminosa de los faros de xenón en carretera es cuatro veces superior a la de las lámparas halógenas convencionales. Las luces de xenón, de un llamativo color azulado, se introdujeron exclusivamente en las variantes V12 al inicio del nuevo año de modelos, en otoño de 1991. Más adelante, los modelos 730i y 740i también pudieron pedirse con faros de xenón. La tecnología de los faros de xenón de BMW procedía entonces exclusivamente de Bosch. El proveedor alemán utilizó el término Litronic para la tecnología de los faros, que es una abreviatura de Light Electronic y que Porsche utilizó durante muchos años para describir las lámparas de xenón.
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Cuando se enciende el faro de xenón en el BMW Serie 7 E32, se dispara un impulso de encendido de 10.000 voltios en la bombilla de cristal entre dos electrodos. Tras la ignición del gas, la electrónica de encendido regula la corriente de funcionamiento hasta unos 85 voltios. Los átomos de xenón excitados por la tensión eléctrica vuelven a emitir la energía en forma de radiación luminosa. Con la luz de xenón, se utiliza un arco luminoso brillante para generar luz en lugar del hilo incandescente de los faros halógenos. La durabilidad de las lámparas de xenón es unas cinco veces mayor.
Cuando se utiliza la luz de xenón por la noche, además de la mayor luminosidad, el mayor alcance luminoso de hasta 200 metros y la iluminación más amplia de la calzada representan ventajas significativas para el conductor de un BMW Serie 7. Pero la tecnología de iluminación no sólo sirve para aumentar la seguridad en la conducción; además, la luz de xenón es también un importante elemento de prestigio en la clase de lujo de principios de los años noventa.
El BMW Serie 7 E32 asumió un papel pionero en la tecnología de faros para automóviles. La siguiente serie con luz de xenón en la gama de modelos BMW fue el BMW Serie 7 E38, disponible a partir de 1994. Después, a partir de 1995 la Serie 5 E39 y desde 1998 la Serie 3 E46 se equiparon con las innovadoras luces de descarga de gas con un coste adicional. En 2014, BMW dio otro golpe en la carrera tecnológica con la introducción de la luz láser en el i8, dejando atrás a Audi por unos meses. Ambos fabricantes utilizan tecnología del proveedor Osram. A diferencia de los faros de xenón, la luz láser solo está homologada actualmente para su uso en luz de carretera.