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El sistema educativo de Singapur siempre ha sido alabado como uno de los mejores del mundo, señala Academia TEBA, especialistas en prueba acceso Universidad mayores 45 Granada 2022. Por ello, no es de extrañar que tanto los estudiantes de primaria como de secundaria de la ciudad-estado se sitúen sistemáticamente en los primeros puestos de las clasificaciones académicas mundiales, sobre todo en matemáticas y ciencias. En el Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de 2018, se observó que los estudiantes de 15 años de Singapur también obtuvieron mejores resultados en lectura que la mayoría de los países de la OCDE.
Sin embargo, cabe señalar que estos encomiables resultados no significan automáticamente que todos los estudiantes de la Ciudad del León estén prosperando en su vida escolar. En realidad, algunos siguen teniendo dificultades académicas, sociales o psicológicas, y esto es especialmente cierto entre los estudiantes de secundaria. Lamentablemente, la cultura hipercompetitiva y la gran presión de los padres para que sobresalgan académicamente, junto con los cambios a los que se enfrentan los adolescentes, hacen que las cosas sean aún más difíciles. Dicho esto, es posible que los profesores tengan que idear una serie de estrategias para ayudar a los chicos con dificultades.
Tal vez enseñes en un centro educativo local o en un instituto internacional de Singapur, y estés buscando ideas para ayudar a los alumnos con dificultades. Si es así, aquí tienes algunas cosas que puedes tener en cuenta para ayudarles a avanzar.
Conozca a sus alumnos
Ayudar a los estudiantes con dificultades siempre empieza por tratar de conocerlos a nivel personal. Considere la posibilidad de profundizar para entender de dónde viene la dificultad. Los alumnos con dificultades académicas no experimentan de repente esos problemas de la noche a la mañana. Tal vez, necesitaron ayuda hace años y nunca la recibieron, lo que, a su vez, les llevó a abandonar, actuar o sentirse frustrados.
Los alumnos que parecen aislados y retraídos pueden estar atravesando dificultades sociales y emocionales. Puede deberse a problemas familiares, a un estrés excesivo o a sentimientos de rechazo, entre otras cosas. En última instancia, hay que saber qué está pasando por su cabeza si se desea ayudarles plenamente. Es conveniente que te esfuerces por conocer a tus alumnos y te esfuerces por desarrollar relaciones significativas con ellos. Cuando los conozcas mejor, estarás en mejor posición para identificar las soluciones adecuadas para abordar sus luchas.
Trabajar con la familia
Una parte de conocer mejor a tus alumnos y ayudarles a superar las dificultades que atraviesan es acercarse a sus padres o tutores. Será de gran ayuda que empiece a crear un vínculo entre la escuela y el hogar al principio del curso escolar, antes de que se produzcan la mayoría de los problemas. Tal vez pueda invitar a los padres y tutores a participar en las actividades escolares de vez en cuando, o tal vez ponerles al corriente de cómo les va a sus hijos en clase. Sea cual sea el método que elija, intente que la interacción sea positiva para crear una buena impresión.
Al establecer el contacto desde el principio, los padres estarán más dispuestos a escucharle si nota que sus hijos tienen dificultades para afrontar la vida escolar o sus propios problemas personales. Recuerda que necesitas su participación más que nadie para atender las necesidades de tus alumnos. Además de adquirir una valiosa perspectiva sobre los problemas que experimenta un niño, trabajar con la familia puede garantizar que cualquier intervención que introduzca en la escuela se mantenga y complemente en casa.
Aproveche los recursos escolares disponibles
Otra estrategia prudente que puede considerar para ayudar a los alumnos con dificultades es examinar todos los recursos disponibles. Puedes consultar los resultados de las pruebas estandarizadas y las calificaciones anteriores de los alumnos para tener una mejor idea de sus habilidades académicas. O tal vez puedas hablar con sus antiguos profesores si tienes dudas sobre su trabajo o comportamiento anteriores. No te olvides de buscar la ayuda de un psicólogo educativo, si es que hay uno en tu centro.
En cuanto a los estudiantes que tienen problemas de estrés, ansiedad u otros problemas de salud mental, puedes coordinarte con los orientadores de tu centro. Ellos pueden reunirse con los estudiantes que experimentan esas dificultades de forma regular para ayudarles a trabajar en sus problemas. También puedes aprovechar cualquier sistema de apoyo entre compañeros que haya en tu centro. Al fin y al cabo, los jóvenes se sienten más inclinados a hablar con compañeros que pueden relacionarse con sus experiencias. Tal vez pueda considerar la posibilidad de aprovechar este sistema de compañeros si cree que el estudiante con problemas se abrirá más a alguien de su edad.
Ajuste los métodos de enseñanza cuando sea necesario
Sus alumnos aprenden de forma diferente, lo que significa que el hecho de que el aprendizaje colaborativo saque lo mejor de la mayoría de los alumnos, por ejemplo, no implica que los que rinden menos que la media sean problemáticos. Como sabrá, en su aula hay una mezcla de alumnos visuales, táctiles, verbales o más reservados. Usted trata con alumnos de secundaria con diferentes personalidades, puntos fuertes y habilidades. Por ello, es posible que tenga que modificar sus técnicas de enseñanza para atender las necesidades de los que tienen dificultades.
Por ejemplo, si tiene un alumno que tiene problemas de ansiedad social, es posible que quiera emparejar a los alumnos durante las actividades en lugar de dejarles elegir a sus compañeros para evitar que nadie se quede fuera. O, si alguien tiene problemas para entender nuevas lecciones, puede intentar utilizar ayudas visuales, pizarras interactivas y medios similares para facilitar el aprendizaje.
Ayudar a los alumnos con dificultades es una de las muchas tareas desafiantes a las que se enfrentan los profesores. Requiere compromiso, mucho trabajo y un esfuerzo sincero por parte de los educadores. Sin embargo, la recompensa merece sin duda la pena. Al ayudar a los alumnos de su clase, tenga en cuenta que debe utilizar todos los recursos y estrategias de apoyo disponibles, e intente explorar también métodos de instrucción creativos. Y lo que es más importante, asegúrese de intervenir lo antes posible. Opte por ser proactivo a la hora de abordar los problemas de sus alumnos para tener más posibilidades de éxito a la hora de resolverlos.