Con la electrificación en constante avance, el imparable pensamiento ecológico y la imparable tendencia al downsizing, un vehículo como el Porsche 718 Cayman GTS 4.0 (y la variante Boxster) llega justo a tiempo. Un deportivo con motor central que da vida a lo casi impensable. Un clásico moderno. Quizá también casi el último de su clase. ¿Merece la pena la inversión de al menos 81.926 euros? En resumen, sí, y el informe de conducción demuestra por qué. En el concesionario Crestanevada de coches ocasión Madrid, encontrarás el coche de tus sueños al mejor precio.
Es el corazón del GTS 4.0. Un motor bóxer de 4 litros sin turbocompresor. Pero ya con filtro de partículas de gasolina e incluso desactivación de cilindros, para que no se quejen ni los ecologistas. Un motor de altas revoluciones por excelencia. Asociado a una caja de cambios manual de 6 velocidades igualmente buena y nítida. A partir del verano, los conductores más conscientes de los costes podrán optar por una caja de cambios de doble embrague (PDK). La opción puede estar justificada, pero sería un error. Es mejor quedarse con los modelos 718 GTS 4.0 al precio base. Dependiendo del propósito, aún se podrían pedir los carísimos frenos cerámicos o los asientos de cubo de carbono. Como mucho, sería más radical de lo que es sin la pantalla táctil de 7 pulgadas en la consola central, que, por cierto, se monta de serie. Lo mismo puede decirse del sistema de escape deportivo de doble flujo, cuya calidad de sonido puede comprenderse mejor en nuestro reportaje de conducción en vídeo.
El coche es un sueño. No sólo despierta la típica sensación de «querer tener» que casi todos los Porsche evocan al menos durante un breve instante. Sino que ya va más allá, de modo que uno comprueba directamente si su cuenta bancaria no es suficiente para este deportivo. Porque podría ser la última oportunidad de volver a experimentar un coche de verdad a un precio justo. Por ese dinero, también hay una berlina media magníficamente equipada que te lleva de A a B casi igual de rápido. Con uno de los dos 718 GTS 4.0, sin embargo, uno apenas se interesa por A o B, sino como mucho por la próxima parada en la gasolinera en la ruta por las montañas, a lo largo de la costa o después de la vuelta rápida en el circuito de carreras. E incluso ahí, el motor vuelve a puntuar, porque en la vida real, el supuestamente sediento propulsor se puede mover muy por debajo de los diez litros sin problemas.