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El impacto mortal de la obesidad
Hace tiempo que se ha establecido que la obesidad es un factor de riesgo importante para varias afecciones, como las enfermedades cardiovasculares, diferentes tipos de cáncer y la diabetes de tipo 2. En los últimos 20 años, las enfermedades cardiovasculares y los cánceres han sido las principales causas de muerte. Además, se calcula que alrededor del 20% de las muertes prematuras son directamente atribuibles a la obesidad.
Un estudio reciente llevado a cabo en Estados Unidos realizó un seguimiento de casi 22.000 pacientes durante 40 años después de que se hubieran sometido a uno de los cuatro tipos de cirugía bariátrica. Al comparar a los participantes del estudio de peso similar que se sometieron a cirugía frente a los que no, se observó una disminución del 16% en la mortalidad por todas las causas entre los pacientes que se sometieron a cirugía. Cuando se desglosa por causas de muerte, el grupo de estudio con cirugía experimentó una disminución de la mortalidad del:
29% para las enfermedades cardiovasculares
43% para el cáncer
72% para la diabetes
Los resultados de este estudio proporcionan un apoyo férreo a muchos otros estudios internacionales a menor escala que han llegado a la misma conclusión: se recomienda a las personas que padecen obesidad recurrir a la cirugía combinada con cambios en el estilo de vida para obtener resultados positivos y beneficiosos a largo plazo.
La necesidad de un cambio de mentalidad sobre la cirugía bariátrica
A pesar de estos beneficios demostrados, sólo el 2% de las personas que cumplen los requisitos para someterse a una cirugía bariátrica llegan a practicársela, señala la Dra. Ana García Navarro, especialista en cirugía bariátrica en Madrid. A pesar de que varias compañías de seguros pueden cubrir el coste de determinadas cirugías bariátricas en función del historial médico y el índice de masa corporal (IMC) de la persona interesada. La perspectiva negativa sobre la cirugía bariátrica se debe en gran parte al estigma sobre la obesidad o al miedo a que la cirugía se perciba socialmente como un fracaso de la fuerza de voluntad. Es este pensamiento erróneo el que se alinea con otro de los hallazgos más desafortunados del estudio: los participantes de entre 18 y 34 años que se sometieron a cirugía mostraron un aumento del 2,4% en suicidios.3 Aunque la razón de este aumento está pendiente de una investigación más profunda, los científicos especulan que podría deberse a expectativas poco realistas o a trastornos psicológicos subyacentes que no se determinaron antes de la cirugía ni se resolvieron después de ella.
Este trágico resultado subraya la importancia de colaborar estrechamente con una clínica para realizar un meticuloso examen psicológico preoperatorio y un seguimiento postoperatorio, así como una orientación a lo largo de todo el proceso de pérdida de peso.
Conclusiones
Existen múltiples procedimientos quirúrgicos bariátricos que han demostrado reducir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, cánceres y diabetes de tipo 2, independientemente del sexo o la edad, y su efecto perdura durante décadas.