Prueba del Toyota GR Supra 2.0: ¿menos es más?

La potencia por sí sola no lo es todo. Así lo demuestra la primera prueba con el Toyota GR Supra 2.0, porque aunque el motor turbo de 4 cilindros utilizado aquí produce menos potencia que la variante superior, al mismo tiempo también ahorra exactamente 100 kilogramos de peso. Un factor que nunca debe olvidarse y que se hace notar en cuanto se toma la primera curva. Más sobre esto en el informe de conducción. En el concesionario Crestanevada de coches ocasión Madrid, encontrarás el coche de tus sueños al mejor precio.

Puedes decir lo que quieras del nuevo Supra. Sí, la quinta generación comparte plataforma con el BMW Z4, y aparte del diseño exterior, esto también se nota rápidamente. Pero nos alegramos de recibir un deportivo de este tipo de la empresa híbrida Toyota en un momento como éste. El deportivo de diseño expresionista japonés rompe con una convención importante: es el primer Supra de la historia con un motor de 4 cilindros. Un factor difícil de digerir para el aficionado a los extremos, pero al fin y al cabo, esto significa que se verá más el coche en la carretera. Porque el 4 cilindros con 258 CV (400 Nm) hace que el Supra sea atractivo para un grupo de clientes más amplio.

La gran ventaja sobre el modelo superior no es sólo el precio (a partir de 48.900 euros), sino sobre todo el peso. El motor más pequeño no sólo ahorra 100 kilos, sino que también puede desplazarse más hacia el centro del vehículo. Al final, esto se traduce en una relación de peso perfecta de 50/50 y, por último, pero no por ello menos importante, una gran parte del peso se quita del eje delantero. Como resultado, el comportamiento en curva es más preciso, mejor y más rápido que en el modelo superior. En línea recta, el claro ganador puede venir determinado por los números, pero en una carretera sinuosa, el factor decisivo sigue siendo el peso.

Aquí es donde la variante básica puntúa significativamente y no sólo se puede frenar más tarde, sino que también se puede acelerar a la salida de la curva una y otra vez, alegremente en sentido transversal, gracias a la amplia banda de par. El conductor más ambicioso debería optar sin duda por la variante con suspensión adaptativa y diferencial activo de deslizamiento limitado.