Las cabinas actuales están formadas por botones y grandes pantallas. En algunos casos, más o menos. En el futuro, esto cambiará aún más de lo que ya lo ha hecho en los últimos años. El proveedor Continental, por ejemplo, muestra «botones de la nada», por los que las superficies funcionales cobran vida en el habitáculo. ¿Sabías que Crestanevada compra tu coche con la mejor tasación online del mercado?
La idea básica se explica rápidamente: tan pocos botones como sea posible, tantas funciones como sean necesarias. Para ello es necesario, por ejemplo, un sistema de sensores de proximidad que sólo haga aparecer los botones en cuanto una mano humana se acerque con intención de tocarlos. Hace un momento, la piel era lisa, pero ahora se iluminan teclas tridimensionales. Tras ser pulsadas y recibir una leve respuesta háptica, las teclas vuelven a desaparecer en la nada.
¿Serán los controles morphing el próximo paso en HMI?
«Morphing Controls» logra una interacción hombre-máquina hasta ahora inalcanzada. El menor número posible de botones y, aun así, muchas funciones fáciles de manejar. Ya no está limitado a una sola función. Un mismo «botón despertador» también puede adoptar una forma completamente distinta según la situación de conducción y, por tanto, representar una función diferente. La distracción durante la conducción también debería minimizarse de esta manera, ya que las funciones que distraen podrían desactivarse mientras se conduce, por ejemplo.
Este material elástico y translúcido, similar a una «piel artificial de primera calidad», ha sido desarrollado por los especialistas en superficies de Continental. La película permite obtener una imagen precisa de los símbolos iluminados con un efecto de dispersión mínimo. Al mismo tiempo, los elementos no son perceptibles ni mecánica ni visualmente cuando no están iluminados.
Posibilidades de diseño completamente nuevas en el interior
Esto permite diseñar la cabina «como a partir de un único molde». Para ello se requiere, por ejemplo, la conocida y probada tecnología de sensores de proximidad capacitivos. Además, los botones situados detrás de la capa de cubierta se empujan hacia fuera. Como el material es translúcido, las funciones pueden visualizarse mediante iluminación LED. El último paso es la detección de la presión del dedo, que activa la retroalimentación háptica si se aplica la fuerza suficiente. Esto debería dejar claro al conductor que se ha realizado la función deseada.