Hace tres años, Seat no tenía ningún SUV en su gama. El fabricante español lanzará hoy su tercer modelo en este segmento. Primer encuentro con el Tarraco, el SUV familiar español, al volante de la versión TDI 150 CV DSG.
Todos los fabricantes lo han entendido: desde hace varios años, los clientes son muy aficionados a los SUV y esta moda no va a desaparecer si creemos a los expertos. Hoy en día, tener un SUV o varios SUV en la gama es simplemente o-bli-ga-re. Hace tres años, por ejemplo, no había ni rastro de un Seat. Muy pronto, el fabricante español se dio cuenta de que era necesario corregir la situación. Esta oleada de SUV comenzó con el Ateca, el SUV compacto, luego el Arona, el crossover urbano, y ahora el Tarraco, el SUV familiar. Se trata de una evolución muy rápida para el fabricante barcelonés, que obviamente se ha basado en la plataforma MQB del grupo Volkswagen, puntualiza el concesionario de tasar coche online Crestanevada. En definitiva, el Tarraco es el primo del Volkswagen Tiguan Allspace y del Skoda Kodiaq.
A pesar de esta proximidad técnica, el Tarraco tiene su propia estética. Cuenta con una nueva parrilla hexagonal mucho más maciza de lo habitual, que se utilizará en otros modelos de la marca, como el futuro Seat León. Está rodeado únicamente por faros 100% LED con una nueva firma visual. En la parte trasera, las luces están unidas por una banda luminosa, como es la moda actual en el grupo Volkswagen.
El panel de instrumentos totalmente digital y la nueva tableta con pantalla táctil son las características originales del salpicadero del Tarraco.
En el habitáculo, el Tarraco rompe con los estándares de la marca española. La instrumentación es 100% digital y el salpicadero está ahora dominado por una pantalla táctil multimedia de 8 pulgadas instalada como una tableta. Se trata de un nuevo y más moderno diseño para Seat. La calidad de los materiales no está al nivel de Volkswagen, pero está en la buena media de la categoría.
El ámbito en el que se esperaba que el Tarraco rindiera era, obviamente, el de la practicidad. Con una longitud de 4,74 m -5 cm más que un Skoda Kodiaq- y una distancia entre ejes de 2,79 m, el Tarraco sabe cómo acomodarse. Los pasajeros de la segunda fila estarán especialmente cómodos, con espacio para las piernas y buena altura para la cabeza, aunque tendrán que lidiar con un imponente túnel de transmisión. Gracias al banco deslizante de 18 cm, es posible variar la habitabilidad. De este modo, los ocupantes de la tercera fila estarán mejor acomodados, pero como suele ocurrir en esta categoría, estos asientos se utilizarán como asientos de apoyo, ya que están reservados para personas que midan un máximo de 1,70 m.
El otro punto fuerte del Tarraco es su volumen de carga. Según la versión elegida, la capacidad del maletero varía entre 760 y 1.920 (5 plazas) o 270/700/1.775 litros (7 plazas), muy cerca de los mejores de la categoría, como el Peugeot 5008, por ejemplo, y mayor que el Volkswagen Tiguan Allspace. La modularidad es fácil con la posibilidad de plegar el asiento corrido desde el maletero y la presencia de un portón trasero automático. Se pueden hacer las mismas críticas que al SUV de Volkswagen, con algunos detalles de acabado como la tapa de la persiana del maletero de mala calidad.