En una serie como «Stig Drifts», quizá no puede faltar el BMW más salvaje de 2020: En el último vídeo de la serie de derrapes al estilo de un juego de ordenador, el BMW M2 CS asume el papel de protagonista automovilístico y demuestra lo bien que se adapta al drifting en manos expertas. Con una distribución equilibrada del peso, tracción trasera, dirección decididamente directa y el motor S55 biturbo de seis cilindros en línea que ofrece potencia y par motor más que suficientes en todo momento, el M2 tope de gama tiene todo lo que un entusiasta del drift necesita y ama. ¿Buscas una furgoneta? En furgón segunda mano Crestanevada encontrarás las mejores furgonetas de ocasión.
En la carretera llamada Longcross, con sus largas curvas y su ancha franja de asfalto, «The Stig» es capaz de conducir el BMW M2 CS sin esfuerzo a través de la carretera y demuestra una vez más su control del vehículo de primera clase. Una pequeña llovizna británica y el correspondiente asfalto mojado no hacen ningún daño, pero a la vista de los 450 CV y 550 Newton metro de par motor, no habría sido necesario. Y da igual que esté mojado o seco: Las tomas con drones en el modo persecución dan realmente la impresión de un juego de ordenador, con el jugador siguiendo su vehículo desde una posición flotante detrás del coche. Además, los derrapes de los profesionales parecen francamente fáciles.
Desde un punto de vista sobrio, un coche deportivo compacto tan recortado para el rendimiento como el BMW M2 CS es, por supuesto, demasiado bueno para ser utilizado sólo para la deriva – pero con un coche tan poco razonable no es, sin duda, siempre una cuestión de consideraciones sobrias y, después de todo, lo que está permitido es lo que es divertido.
El CS ya ha demostrado en numerosas pruebas que también puede hacer las cosas de forma diferente y, gracias a sus neumáticos Cup, también es excepcionalmente bueno cuando se trata de transferir la potencia motriz a la propulsión de la forma más eficiente posible. Sus tiempos por vuelta en diversos circuitos han demostrado que incluso supera al BMW M2 Competition, que no es en absoluto lento, lo que lo convierte en uno de los deportivos compactos más rápidos de nuestro tiempo.
En el caso del BMW M2 CS, sin embargo, otra divisa es aún más importante que el rendimiento en términos de tiempos por vuelta: el máximo placer de conducción. Y eso es exactamente lo que transmite en abundancia el último vídeo de Stig Drifts: